miércoles, enero 31, 2007

Lenguaje Políticamente... Políticamente...

Una de las cosas que más nos insisten actualmente es tener cuidado con el lenguaje y en ser extremadamente precisos con él. Sobretodo a los estudiantes nos lo dicen, al menos, en Ciencias de la Información. Pero, ¿cuál es el problema? Simplemente que los demás no están por dar ejemplo. Y que todo esto denote, no ya una mera utilización de un lenguaje políticamente correcto o historicista, sino que sea todo síntoma de una cultura de un país. Me explico.

Hoy mientras estudiaba la asignatura de Empresa Cinematográfica leía algunos de los contratos que la profesora nos da en las clases para ejemplificar lo que comenta sobre distribución, cesión de derechos de antena, contratos de actrices y demás. Mientras los repasaba leía alguna de las perlas que en ellos hay escritas.

En el contrato de coproducción (que entiendo es el real) con Francia para producir Todo Sobre mi Madre de Almodóvar, cuando se habla de los diferentes derechos de distribución, a quién le compete distribuir en cada territorio, en el punto 5.1.2 Francia, Mónaco, Andorra pone: "Es concedido a RENN PRODUCCIONES una licencia irrevocable para la comercialización del FILM sobre los territorios de Francia metropolitana, en sus posesiones y territorios de ultra mar y en los principados de Mónaco y Andorra". Tal cual. Quizás los franceses sigan defendiendo sus plazas, posesiones y territorios de ultramar con carabelas y tengan a un tal Napoleón al frente de sus ejércitos, pero hay que reconocer que incluso para el español más chovinista esto suena a anacronismo. Y eso que aún hoy los franceses llaman así a dichos territorios: la France de d'outre-mer. Esto es, quizás, hasta pasable.

En el mismo contrato, cuando se está hablando de la propiedad del negativo, de los materiales del rodaje y demás, por parte de los productores, en la séptima cláusula, en el punto 7.1, tercer párrafo pone: "El conjunto de los elementos corporales e incorporales del FILM en el mundo entero, serán propiedad de las partes en las proporciones anteriormente detalladas". Ya sabéis, si encontráis algo de Todo Sobre mi Madre que no sea corpóreo, por Dios, no os lo quedéis que pertenece en el mundo entero a estos señores. Luego ya podéis gritar y huir, pero sobretodo no os lo quedéis.

En otro contrato, este de distribución, aunque no pertenece a ninguna película (digamos que es un contrato tipo) en el primer pacto, punto A pone, referido a los derechos que otorga el productor a la distribuidora: "(..) los derechos Cinematográficos de LA PELÍCULA sincronizada con sonido, diálogos (en castellano y demás lenguas oficiales españolas) y música grabados, con utilización del film y de otros materiales de cualquier dimensión y medida por cualesquiera medios cinematográficos y de cualquier forma". Este pequeño parrafito tiene 2 perlas, aparte de que su redacción deje que desear. La primera, que especifique que el sonido ha de ir sincrónico con la imagen; y la segunda, que al parecer el productor le cede al distribuidor la posibilidad de manipular "otros materiales de cualquier dimensión y medida". No dudo de las capacidades del distribuidor, pero ¿seguro que podrá manejar cualquier material de cualquier dimensión y medida? ¿Serán capaces de manejar bandas sonoras, por ejemplo, en 5 dimensiones? O el productor es Dios, o el distribuidor una deidad.

En este mismo contrato de distribución, al principio, volvemos al tema de lenguajes de tipo historicista hablando de la cesión de derechos de reproducción y comunicación publica "para toda España Peninsular, las Islas Baleares y Canarias, plazas de soberanía Ceuta y Melilla y el Principado de Andorra y sus barcos o aviones que naveguen bajo pabellón Español (sic) y establecimientos militares fuera de España (..)". Plazas de soberanía, pabellones españoles y establecimientos militares. ¿No habremos de restituir los tercios de Flandes y la Armada Invencible de una vez por todas y que no vuelva a ponerse el sol es nuestro Imperio? ¿No quedaría más fácil poner que se ceden dichos derechos para todos los territorios españoles, el Principado de Andorra y barcos, aviones y bases españolas? Es más, creo recordar que toda base, barco y demás extranjero en otro país se considera territorio nacional del país a que pertenezcan (igual que el territorio de las embajadas), por lo tanto no quedaría más simple si se ceden los derechos en todos los territorios españoles y el Principado de Andorra.

Pero a mí, el que más me gusta es este. En un contrato de una actriz para la película Vida y Color, al hablar en la novena cláusula de los derechos que esta cede al productor, en el punto B sobre derechos de reproducción directa o indirecta pone: "(..) en cualquier soporte analógico o digital, incluidos los denominados "multimedia" ya estén patentados, o inventados sin patentar (..)". Creo que queda bastante claro que los derechos de reproducción la actriz se los cede al productor, pero vamos si se los cede. Pero por si acaso, después de establecer una nómina "a título enunciativo pero no limitativos" de derechos a ceder se termina la novena cláusula aclarando que "los citados derechos se ceden por el término máximo que prevé el artículo 112 del Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual y para su ejercicio en todo el universo". No es que ya quede claro que los derechos son para el productor, es que lo son para todo el universo. Vamos que como veas en YouTube esta película ripeada de algunos de los distintos canales de televisión transplanetarios, eres el mayor pirata del mundo.

Por último, para aquellos que andáis con la legalidad detrás de la oreja, si os asalta la duda de si será legal hacer públicos los contratos, sí que lo es, pues son documentos públicos. De hecho, Francia tiene un organismo donde se han de depositar toda la documentación de cada película. Y por otro lado, he revisado concienzudamente los párrafos antes de transcribirlos para que no se produzca el fenómeno este llamado de "descontextualización".

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