Hoy, mientras esperaba el autobús de vuelta para Madrid, se sentaron a mi lado 2 mujeres de mediana edad de clase social alta:
- Puf, aquello que me diste ayer, una maravilla.
- ¿A qué sí?
- Sí, sí, de verdad. Se me quedó la cabeza totalmente despejada.
- Ya te lo dije. Funciona muy bien.
- Además que tenía un día tonto de estos... Te voy a pedir más. ¿Dónde compras tu estas cosas?
- ¿Esto? En el mercado negro claro. No vas a ir a un supermercado.
- Ya imagino. Pero está muy bien.
- Sí y eso que no es la mejor cocaína que puedo conseguir.
Juro que no me invento nada.
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